Novillero de moda. En marzo cumple la mayoría de edad y ya ha logrado una sólida carrera. Crece a diario. Su nombre está en boca de todos los aficionados y profesionales del orbe taurino. Personalidad, expresión y aroma de toreo clásico se adivinan en su concepto. Hay toreros que enganchan, o cuanto menos te despiertan el interés desde el primer día. Eso pasó con Ginés Marín el día de su impactante debut con los del castoreño. Y no ha dejado de sorprender hasta inscribir su nombre como ganador del Zapato de Oro. Más que una promesa, este novillero de Jerez es una auténtica realidad.

Absoluto relajo. La armonía del conjunto. La foto señala la clase de toreo que lleva en el alma Ginés Marín / Foto: Arnelas
Marín, ¿cómo resumiría su temporada?
No ha sido fácil pero a la vez fue una temporada bonita e ilusionante de cara a la campaña venidera. Empezó fuerte en Olivenza y he ido progresando hasta Zaragoza. Ha habido media temporada de altibajos pero he sabido remontar.
¿Ha tenido altibajos?
Sí, sobre todo con los cambios de apoderamiento y la falta de contratos a principio del curso, además del fallo con la espada cuando salían las cosas bien.
Háblame de festejos concretos
El festejo de Olivenza hizo sonar mi nombre y me encaminó. En plazas como Mont de Marsan y Málaga se vieron algunos pormenores de mi toreo. El final de temporada en Arnedo y Zaragoza fue redondo. Me quedo con la tarde de mi debut con picadores, fue especial.
¿Cuál es el concepto en el que profundiza Ginés Marín?
Intento torear con pureza y gusto, sintiendo los muletazos, cosa que es importante y esencial a la hora de llegar a los tendidos para que se emocionen. Procuro disfrutar con lo que hago y hacerlo con torería.
Habla de sentirse, ¿se siente artista?
Por supuesto, creo que todo torero debe de sentirse artista porque el toreo es un arte. Nos ponemos delante del toro para expresar un sentimiento. Al fin y al cabo, el arte es la expresión de un sentimiento.
¿En qué tardes se ha logrado expresar tal y como es?
No he podido hacer la faena que tengo metida en la cabeza. Creo que todavía no he sacado todo el toreo que llevo dentro. Sueño con algún día expresar toda mi tauromaquia y que la gente se emocione al contemplarla. Que la afición me reconozca algunos detalles de mi toreo es lo que más ilusiona para seguir trabajando.
¿Qué le ha faltado a la temporada?
Me ha faltado más rotundidad a la hora de matar. La espada me ha privado de algunos triunfos a principios de temporada.
Con casi dieciocho años, ¿cómo se ve inmerso en el toro?
Independientemente de mi edad, hay que pensar en como se lo toma uno y en la opción que tenga. Esta profesión te da una madurez que otras no te la dan ni con veintitantos años. Tal vez sea meritorio que con diecisiete años ya camine como el torero noticia. El toreo me lo aporta todo, es lo que me da la felicidad. Me lo inculcó así mi padre y siempre ha estado a mi lado desde que decidí apuntarme a la escuela taurina a los 12 años. Me levanto pensando en el toro y me acuesto pensando en el toro.
¿Qué metas se plantea para este curso?
Sobre todo en seguir creciendo como torero e intentar sacar mi tauromaquia completa. Quiero que la gente se ilusione con un torero nuevo. Una de mis metas es que pase lo que antiguamente, que los novilleros arrastren a la afición por las plazas.
Ha matado diferentes encastes, ¿su toreo se puede interpretar con las llamadas ganaderías “duras”?
Intento expresar mi concepto y mi personalidad siempre. Hay que ser uno mismo delante de cualquier toro. En unos se puede más y en otros menos. El encaste Domecq es el que predomina porque es el más propicio para interpretar el toreo de hoy en día. Tenemos que tener la capacidad de adaptarnos a cada encaste, hay que ayudar mucho a los llamados minoritarios para que no desaparezcan. En un torero son necesaria las gestas y que haya variedad.
¿Qué cree aportar al escalafón novilleril?
Más que aportar, lo que quiero es conseguir un puesto de privilegio entre los novilleros. La estadística no me quita el sueño, la calidad y la ilusión o la emoción que pueda transmitir sí.
¿Cómo se encaja ser el triunfador del Zapato de Oro en su primera campaña con los del castoreño?
Estar anunciado en Arnedo para mí ya era un sueño. Aunque soñaba con ganarlo, lo veía un poco lejos. Cuando salí de la plaza después de la novillada ni me imaginaba que podía optar a ser el triunfador. Me hizo mucha ilusión cuando me lo dijeron y de cara a la temporada que viene es esencial un triunfo de esas características.
¿Cuál es el cartel que más le estimula como novillero?
Hoy en día hay una gran cantidad de novilleros buenos. El cartel de Zaragoza con José Garrido y Borja Jiménez me pico mucho por ser los dos triunfadores de la temporada. Estar anunciado con novilleros como Varea o Fco. José Espada me motiva mucho por el concepto que tienen.
¿Cuáles son sus referentes?
En los toreros antiguos me fijo mucho, sobre todo en esa torería de antaño; creo que esta perdiéndose y quiero resucitarla. Actualmente intento empaparme de Morante, por su magia y misterio; y de José Tomás, por su pureza.
Al lado de Simón Casas y José Cutiño ¿tiene vía libre hacia el futuro?
Entre los dos llevan muchas plazas de mucha categoría y es un proyecto que me ilusionó mucho. José Cutiño me conoce desde que era un crío, estar al lado de ellos me puede beneficiar mucho aunque la dificultad la pone el toro. Intento olvidarme de eso y salgo a la plaza como si fuera la única tarde que tengo.
¿En qué plazas tiene puesta la mirada?
En las plazas de mayor importancia. Todo torero quiere empezar en Olivenza y acabar en Zaragoza. Seguramente iré dos tarde a Olivenza y después estaré en las Fallas de Valencia. Tengo muchas ganas de torear en Las Ventas y La Maestranza, directamente me quita el sueño porque me veo muy reflejado en ella. Mi intención es estar en las principales ferias de novilladas.
¿Cómo anda de valor?
Intento mantener el valor, es algo que está ahí y que te lo va dando la confianza y las ganas de querer ser torero.
¿Es ambicioso?
Sí, mucho. Hay que ser ambicioso en la vida para ser torero o cualquier cosa.
Que bonito hablas, bueno tanto, como andas en la cara del toro…Te deseo que tengas una preciosa temporada, y que se cumplan todos tus sueños. La magia, la solvencia y el valor, ya lo tienes…que te respeten los toros y que Dios te proteja, es lo que todos te deseamos. Muchísima suerte y al lío.