Victorino Martín, el peso de la historia

Victorino Martín García junto a su padre, fundador del histórico hierro

Los animales que cría Victorino Martín García han acrecentado la leyenda de la divisa azul y roja tras rayar a gran altura la pasada temporada. El hijo de los más grandes ganaderos de todos los tiempos estudió Veterinaria, quiso ser torero y es defensor de un modelo de fiesta basado el toro. El hierro con la A coronada es el único que posee un indulto en las dos capitales taurinas más importantes: Madrid y Sevilla. Para los amantes de las estadísticas, en 2016 se lidiaron un total de 82 toros y 2 novillos, de los que se han cortado 45 orejas y dos rabos; con tres toros indultados y cinco animales de vuelta al ruedo en el arrastre. Números para la historia.

¿“Cobradiezmos” es el toro soñado?
Se acerca porque muy pocos a lo largo de la historia han desarrollado esa forma de humillar, repetir y durar. El equilibrio de esas virtudes es muy difícil verlo en un toro bravo por eso mismo, por ser bravo. El animal también tuvo mucha transmisión, hay gente que todavía ve la faena de Escribano por video y se emociona. Nunca se dio por vencido en la pelea y eso es lo que buscamos mi padre y yo.

 

¿Cómo está?
Encantado con las vacas y ya ha tenido tres hijos, son machos. Ha dejado 11 vacas preñadas pero a una se le ha perdido. Le echamos todas las novillas que se tentaron el año pasado y es fácil que no se hayan cubierto la mayoría porque estaban recién probadas pero queríamos ganar tiempo. Además, vamos a hacer una cosa con él que nunca hemos hecho en la historia de nuestra ganadería.

 

Cuénteme
Del mismo modo que en el baloncesto retiran el número de un jugador importante, en nuestra casa ya no van a haber más nombres “Cobradiezmos”. Va a ser la primera vez que lo hagamos porque hemos aprendido de la experiencia, es decir, un toro importante siempre ha condicionado al resto de sus hermanos. Así, cuando hablen de él no habrá ninguna duda.

 

¿En qué cercado está?
En el coto de la Canadiense porque hay una portera de ese tipo. El toro se acabó de curar cubriendo novillas porque le echamos al campo todavía con las heridas abiertas. Ha estado padreando desde abril del año pasado y en menos de dos semanas después del indulto se curó.

 

¿Cómo fue la cura?
Hicimos una fiesta familiar, mi hija me ayudó y vino mi padre y mi nieta. Menos a “Belador”, el toro indultado en Las Ventas, todo los demás los he curado yo. Normalmente los indultos se curan en la plaza pero a “Cobradiezmos” nos lo llevamos a casa porque no tuvimos sitio allí. Es el primer animal indultado que hemos curado en nuestra casa y fue un orgullo especial.

 

¿Qué significó ese indulto?
No quiero decir que sea el mejor indulto pero sí que ha sido el más unánime de los que yo he conocido, además, en una marco incomparable como la Maestranza. No hay hermanos completos de ese toro pero sí varios hermano de padre. Uno creo que va a Béziers, otro a Madrid y en la corrida de Sevilla no va ninguno.

 

Tan coincidente porque cumplió en los tres tercios…
Así es, aunque, actualmente, en el tercio de varas no siempre nos dejan ver al toro por la forma en que se desarrollan los festejos. La lucha de nuestra familia es recuperar la suerte de varas como parte fundamental de la lidia de un toro bravo. No puede ser un trámite para la muleta.

 

¿La temporada del año 2016 ha sido la mejor de su vida?
Es una de ellas aunque hemos tenido años muy buenos como la de 1975, 1982 o el de 1998. Ha habido cursos históricos y cada uno ha venido muy bien en su momento. Que haya años tan redondos quiere decir que nuestra ganadería tiene interés.

 

 
¿Qué tiene vuestro toro para mantener ese tipo de interés?
La bravura clásica de toda la vida. Intentamos hacer el toro que le gusta al aficionado. Será mejor o peor, pero es un toro muy auténtico. Es un animal natural, muy ligado al medio y eso también se nota porque el hombre interviene lo menos posible y la naturaleza hace su función sola.

 

¿Cómo definiría la bravura?
Es un conjunto de caracteres que tiene el toro pero, sobre todo, la bravura es acometividad y vender cara la vida. También sinónimo de bravura es inteligencia, es decir, el animal bravo no puede ser tonto. Un animal excesivamente noble y poco bravo es tonto. No hay ningún tipo fijo de bravura ni hay dos toros bravos iguales. La clase tiene que ver más con la nobleza que con la bravura.

 

Victoriano hijo cura a «Cobradiezmos» en Las Tiesas.

¿Cómo está su padre?
Está muy feliz, tiene salud y calidad de vida pero con 88 años en la espalda. Fue una persona que con un tesón, las ideas muy claras e intuición influyó en la forma de criar los toros. Siempre hemos unificado criterios.

 

¿Hasta qué punto influyó?
Con él hay un antes y un después, siempre me ha dicho que las cosas hay que hacerlas bien, que el dinero y el reconocimiento vienen después; solo son un añadido. Me ha dado el ejemplo, me ha enseñado que hay que trabajar para conseguir lo que uno quiere.

 

¿En qué le ha insistido en el mundo del toro?
Con su ejemplo me he enseñado que hay que crear el toro auténtico, siempre pensando en el aficionado y que el cliente del ganadero es el aficionado.

 

¿Qué tuvo “Plebeyo” y “Platónico” que no tuvieron otros toros?
El primero fue muy bravo y repitió y el segundo duró mucho y tomó tres puyazos, ambos animales fueron muy completos. Desde enero están padreando y los vamos a dejar hasta finales de mayo.

«Cobradiezmos», el toro indultado por Manuel Escribano en Sevilla

Jaime Roch

(Entrevista publicada en el periódico EL ROTATIVO en la edición de papel de abril de 2016, Valencia)